Previo a la pandemia ocasionada por el COVID-19, el hablar de incorporar el modelo de trabajo híbrido en los corporativos era complicado, el principal argumento, “La operación no se puede llevar a cabo de forma remota”. Sin embargo, a raíz de la contingencia sanitaria, los corporativos a nivel mundial tuvieron que comenzar a innovar en sus modelos de trabajo.
De acuerdo con la Encuesta de Remuneración Total del 2020 (TRS) el 46% de las empresas comenzaron a desarrollar activamente una estrategia de trabajo flexible a largo plazo; el 34% comenzó a evaluar esta posibilidad y el 20% lo implementó. (Rojas, 2021)
Este modelo implica una combinación de trabajo de forma remota y presencial. El principal objetivo es equilibrar la vida personal y laboral de los colaboradores, así mismo, derivado de la pandemia, la finalidad también radica en proteger al capital humano y sobre todo a aquellos grupos que se consideran vulnerables.
Previo a la pandemia, únicamente el 30% de las organizaciones tenía una política en la que se otorgaba uno o dos días por semana la opción de trabajar desde casa (Rojas, Expansión, 2021). De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), en México antes de julio 2021 casi dos millones de empleados trabajaban desde casa la mitad de la semana o más (R.V., 2021).
Ahora bien, para los colaboradores, ¿qué beneficios implica este modelo de trabajo? (Líder Empresarial, 2021)
- Ahorro en tiempo y costos en el desplazamiento del domicilio al lugar de trabajo y viceversa.
- Mayor calidad de vida.
- Bienestar y motivación.
- Aumento de productividad.
- Seguridad durante la pandemia.
- Flexibilidad en los horarios sin olvidar el cumplir con la jornada laboral.
- Aprendizaje constante y uso de nueva tecnología.
Se debe considerar que, si bien existen grandes beneficios al implementar el modelo híbrido, este también tiene sus contras, incluso, puede ser que este no se adecue a las circunstancias personales del colaborador. Algunas de estas desventajas son:
- Complicaciones al formar relaciones estrechas con colegas.
- No contar con un espacio que permita adaptar una oficina en casa.
Lo antes mencionado es algo que ha sucedido a nivel mundial, pero ¿qué impacto ha generado esto en México?
De acuerdo con la OCC, el 69% de los mexicanos prefiere el esquema híbrido, mientras el 21% prefiere home office y únicamente el 10% regresaría a oficinas (Rodríguez, 2020). Sin embargo, existe una preocupación, pues, 4 de cada 10 colaboradores mexicanos piensan en renunciar si su empresa no les ofrece esta opción. (Pozas, 2021)
En la actualidad, los corporativos en México deben considerar que las generaciones denominadas “Millenials” y “Centennials” prefieren tener esa libertad de elegir el lugar desde dónde trabajar por lo cual, se deberá analizar que para atraer nuevos talentos de estas generaciones se tienen que adoptar modelos de trabajo más flexibles.
Se debe considerar que la pandemia ha marcado un antes y un después en las organizaciones y no únicamente en el impacto económico que esto ha ocasionado, sino también en las estrategias y transformación sobre las distintas formas y modelos de trabajo, pues se ha demostrado que distintas industrias pueden seguir operando de forma remota, lo cual ha dado origen a un incremento en el trabajo híbrido.
Si bien el modelo híbrido requerirá un mayor análisis por parte de los corporativos y compromiso por parte de los colaboradores, hoy en día ya es una realidad y se trabaja para poder lograr una estrategia que implique un ganar-ganar para ambas partes. He incluso podría tomarse como una ventaja competitiva en el paquete de prestaciones que una empresa ofrece para atraer o retener talento.
