Bien es sabido que previo a la pandemia, Argentina tenía un proceso relativamente sencillo referente a la inmigración. Ante el cumplimiento de determinados requisitos, el proceso era iniciado mediante una presentación en las autoridades para ser culminado en un término de 4-5 meses mediante la entrega de un DNI. Esta situación era aún mas simple para los nacionales de países de la órbita del convenio Mercosur, quienes solo por su nacionalidad no eran requeridos de documentos corporativos y les era entregado un período de 2 años de vigencia en su residencia.
Previo a la llegada del COVID en Argentina, la Dirección Nacional de Migración se modernizó implementando un sistema online de inicio de los procesos. Sin embargo, el mismo tuvo sus fallas iniciales y aún hay cuestiones técnicas pendientes de resolver.
Unos meses después, la pandemia llegó a Argentina para quedarse, no solo cerrando fronteras sino también demorando y complejizando procesos. En marzo de 2020, era anunciado el comienzo de la cuarentena en Argentina (inicialmente por plazos de 15 días, los cuales fueron prorrogados indefinidamente). Si bien llegado el verano ese año la cuarentena fue flexibilizada, las fronteras se mantuvieron cerradas y el período de cierre interno había impactado fuertemente a las aplicaciones, renovaciones, solicitudes y procesamiento de documentación en la Dirección Nacional de Migraciones y el ReNaPer.
Claramente el cierre ha tenido un fuerte impacto financiero, dado que gran parte de la actividad económica del país es soportada por el turismo. Asimismo, proyectos de diversas empresas han sido interrumpidos o cancelados dadas las situaciones imperantes en el país. Esto dado que, aún tras una larga cuarentena estricta, los contagios de COVID continuaban en aumento y la crisis financiera no cesaba.
Así fue que se autorizaron ingresos excepcionales de extranjeros, quienes debían acreditar la prestación de servicios esenciales y urgentes para contar con aprobación de la Dirección Nacional de Migraciones y luego obtener la visa en el consulado. Sin embargo, aun contando con dicha aprobación, tanto extranjeros con visas de residencia como nacionales argentinos se encontraban con la dificultad de ingreso al país por el bajo caudal de vuelos y prohibición de ingreso de determinados países por surgimiento de nuevas cepas de COVID.
Sumado a esto, con miras a frenar la llegada de nuevas cepas, actualmente aplica una nueva restricción que solo habilita el ingreso de 600 personas por día al país por vía aérea, lo cual limita aún más la posibilidad de ingreso. En algunos casos, se estima que la demora en el ingreso a Argentina podría llevar meses, salvo que estas restricciones se levantaran.
Frente a esta situación actual de imprevisibilidad y cambios permanentes, sólo queda la expectativa de que la situación se modifique en algún momento y las restricciones se flexibilicen para facilitar el ingreso de extranjeros, el comienzo de nuevos proyectos e inversión en el país. Allí, las autoridades migratorias deberán estar preparadas para dar soporte a un gran volumen de viajeros, optimizando procesos y facilitando la permanencia en el país.
Agustina Dorado
Director -Newland Chase Argentina & LATAM
Abogada registrada en Argentina con Master en Derecho Comercial y los Negocios. Experiencia en estudio jurídicos de primer nivel en el área corporativa y más de 8 años de experiencia en el rubro inmigratorio.